¿Sabías que los flamencos producen leche de color rosa?

Redacción | 04/03/2024

Quizás te sorprenda saber que los mamíferos no son los únicos seres vivos capaces de producir leche. Los flamencos, junto con las palomas y los pingüinos emperador, se encuentran entre las pocas aves que pueden generar una sustancia nutritiva similar a la leche para alimentar a sus crías.

A simple vista, el flamenco captura la atención con su plumaje rosa intenso, sus largas patas semejantes a zancos y su peculiar hábito de posarse sobre una sola pata. Sin embargo, más allá de su apariencia, los flamencos esconden fascinantes secretos biológicos.

Uno de los más notables es su habilidad para producir una "leche" destinada a la alimentación de sus crías. Aunque la idea de lactancia nos remite inmediatamente a imágenes de vacas, perros o seres humanos, en el reino aviar también existe una forma de nutrición infantil semejante a la leche, conocida como "leche de buche". Esta sustancia, producida por los flamencos, posee una tonalidad rosada o rojo frambuesa.


Contrario a los mamíferos, las aves carecen de pezones. Sin embargo, la leche de buche, aunque no es líquida como la leche mamaria, tiene una composición similar y se origina en el buche, una parte especial del sistema digestivo aviar, no en glándulas mamarias. Esta secreción nutritiva, rica en proteínas y grasas, es vital para el desarrollo de los polluelos, quienes comienzan a recibirla justo antes de la eclosión de los huevos.

La producción de esta leche está estimulada por la prolactina, la misma hormona que induce la lactancia en los mamíferos. Curiosamente, tanto machos como hembras de flamenco producen prolactina, lo que les permite secretar esta leche semisólida que inicialmente es un líquido rico en grasas y luego se espesa dentro del buche.

El característico color rosado de la leche de flamenco se debe a la dieta de estas aves, rica en carotenoides provenientes de algas, crustáceos y otros organismos. Estos pigmentos, responsables también del color de sus plumas, tiñen la leche, asegurando que los polluelos ingieran los nutrientes necesarios para el desarrollo de su plumaje rosado.

Esta adaptación evolutiva responde a la necesidad de alimentar a las crías cuyos picos no están aún preparados para el modo de alimentación tradicional, permitiendo a los padres nutrirlos con esta leche especial hasta que puedan alimentarse por sí mismos.

"No, un flamenco no está golpeando la cabeza de otro mientras su cría se alimenta de la sangre. Estos flamencos están intentando alimentar al mismo polluelo con leche de buche. Los flamencos padres producen leche de buche en sus tractos digestivos y la regurgitan para alimentar a sus crías", indica el texto del vídeo que acompaña esta información. 

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